Sinopsis:
Reconstrucción de los últimos días de Marilyn Monroe a través de las cintas grabadas por su psicoanalista, Ralph Greenson, la última persona que la vio con vida. Durante sus últimos años, la polifacética actriz se sometió a una serie de sesiones de psicoanálisis con Ralph Greeson, uno de los psicoanalistas más famosos de Hollywood, que grabó todas sus conversaciones con la estrella de cine.
El documental desvela importantes hechos de la vida de Marilyn, así como sobre su relación con Greeson y sobre su fascinación por directores de cine como George Cukor o John Huston, literatos como Truman Capote o Arthur Miller y políticos como J. F .Kennedy.

3 comments
Comment by Richard G. on 09 febrero, 2009 20:19
Recien acabo de recibir en mi email una entrada de la amiga "Lisein" y he creido conveniente copiarlo y pegarlo aqui,porque la verdad me despertaron muchos sentimientos sin ni siquiera haber conoicido en persona a Marilyn.
ORACIÓN POR MARILYN MONROE.
Señor
recibe a esta muchacha conocida en toda la Tierra con el nombre de
Marilyn Monroe,
aunque ése no era su verdadero nombre
(pero Tú conoces su verdadero nombre, el de la huerfanita violada a los
9 años
y la empleadita de tienda que a los 16 se había querido matar)
y que ahora se presenta ante Ti sin ningún maquillaje
sin su Agente de Prensa
sin fotógrafos y sin firmar autógrafos
sola como un astronauta frente a la noche espacial.
Ella soñó cuando niña que estaba desnuda en una iglesia (según cuenta
el Times)
ante una multitud postrada, con las cabezas en el suelo
y tenía que caminar en puntillas para no pisar las cabezas.
Tú conoces nuestros sueños mejor que los psiquiatras.
Iglesia, casa, cueva, son la seguridad del seno materno
pero también algo más que eso...
Las cabezas son los admiradores, es claro
(la masa de cabezas en la oscuridad bajo el chorro de luz).
Pero el templo no son los estudios de la 20th Century-Fox.
El templo -de mármol y oro- es el templo de su cuerpo
en el que está el hijo de Hombre con un látigo en la mano
expulsando a los mercaderes de la 20th Century-Fox
que hicieron de Tu casa de oración una cueva de ladrones.
Señor
en este mundo contaminado de pecados y de radiactividad,
Tú no culparás tan sólo a una empleadita de tienda
que como toda empleadita de tienda soñó con ser estrella de cine.
Y su sueño fue realidad (pero como la realidad del tecnicolor).
Ella no hizo sino actuar según el script que le dimos,
el de nuestras propias vidas, y era un script absurdo.
Perdónala, Señor, y perdónanos a nosotros
por nuestra 20th Century
por esa Colosal Super-Producción en la que todos hemos trabajado.
Ella tenía hambre de amor y le ofrecimos tranquilizantes.
Para la tristeza de no ser santos
se le recomendó el Psicoanálisis.
Recuerda Señor su creciente pavor a la cámara
y el odio al maquillaje insistiendo en maquillarse en cada escena
y cómo se fue haciendo mayor el horror
y mayor la impuntualidad a los estudios.
Como toda empleadita de tienda
soñó ser estrella de cine.
Y su vida fue irreal como un sueño que un psiquiatra interpreta y
archiva.
Sus romances fueron un beso con los ojos cerrados
que cuando se abren los ojos
se descubre que fue bajo reflectores
¡y se apagan los reflectores!
Y desmontan las dos paredes del aposento (era un set cinematográfico)
mientras el Director se aleja con su libreta
porque la escena ya fue tomada.
O como un viaje en yate, un beso en Singapur, un baile en Río
la recepción en la mansión del Duque y la Duquesa de Windsor
vistos en la salita del apartamento miserable.
La película terminó sin el beso final.
La hallaron muerta en su cama con la mano en el teléfono.
Y los detectives no supieron a quién iba a llamar.
Fue
como alguien que ha marcado el número de la única voz amiga
y oye tan solo la voz de un disco que le dice: Wrong Number
O como alguien que herido por los gangsters
alarga la mano a un teléfono desconectado.
Señor:
quienquiera que haya sido el que ella iba a llamar
y no llamó (y tal vez no era nadie
o era Alguien cuyo número no está en el Directorio de los Ángeles)
¡contesta Tú al teléfono!
ERNESTO CARDENAL
Comment by Anónimo on 10 febrero, 2009 14:28
Muy atinado el texto de Cardenal sin duda alguna
Siempre pensé que Marylin buscó amor,,,,,,,, amor del bueno pero nunca lo encontró , y bien lo marca Cardenal ,,, " buscaba amor y le dimos tranquilizantes"
Genial lo tuyo Richard como siempre. Te abrazo Du_LLum
Comment by Richard G. on 10 febrero, 2009 17:14
Tu lo has dicho, muy atinado el Cardenal.
Cuantas cosas no sabia de ella y a través del Cardenal y este documental, aun he sabido más.
Moraleja:
Ser una estrella o alguien muy famoso no es nada fácil,desgraciadamente tendemos a calificar o juzgar a los demás sin conocerlos.
Eliminemos los prejuicios y ante todo,decidamos preocuparnos por conocer a las personas y aceptemolas como son.
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